primavera 05                                                    marzo abril mayo


De: Carlos
Asunto: Clarín.com | Prohibieron la venta callejera de artesanías
Fecha: 7. Mayo 2005 10:59:13 MESZ


EN DEFENSA, ENTRE INDEPENDENCIA Y CARLOS CALVO
Prohibieron la venta callejera de artesanías
El Ejecutivo vetó una ley que la autorizaba por 90 días, hasta que se regulara la actividad.

http://old.clarin.com/diario/2005/05/07/laciudad/h-06101.htm




De: Carlos
Asunto: Cuentito
Fecha: 12. Mayo 2005 09:37:19 MESZ


LOS INMIGRANTES

OTRO CUENTO DE NAVIDAD
Andrés Trapiello.

En las ciudades, y principalmente en las grandes, pululan los vendedores ambulantes que apostados en la puerta de los grandes almacenes y en las calles más concurridas extienden sobre la acera su género: pañuelos, jerseys, corbatas, bufandas. Suelen ser por lo general de embustero cachemir, falsa seda, y de marcas impostoras, pero la apariencia es buena, y la gente, animada por la baratura, compra, sobre todo en Navidad. Los vendedores suelen ser chilenos, bolivianos, peruanos, magrebíes, senegaleses... y no se les conoce un minuto de sosiego, porque al mismo tiempo que atienden el negocio, levantan la cabeza y miran a uno y otro lado nerviosos, como esas gacelas de la sabana africana que no pueden pastar tranquilas, al presentir cercana la asechanza de un enemigo. Los comerciantes de esos barrios rutilantes protestan por lo que consideran estafa, competencia desleal e intrusismo, y denuncian a los ambulantes de continuo a la policía. Lo cierto es que tienen razón, pero también estafan los bancos, los gasolineros y mucha otra gente, incluso algunos comerciantes, y la gente no llama a la policía.

La policía sabe cuál es su deber, y cada media hora patrulla montada en sus "lecheras". Circulan despacio, como el que tiene por delante todavía muchas horas de horario laboral. Procuran acercarse con sigilo, se parecen en eso a los tigres, a las panteras y a los leopardos. En cuanto los vendedores divisan a los guardias, juntan a toda prisa las cuatro esquinas de sus mantas, hacen con ello un ato, y salen corriendo, en una desbandada. Tienen mucha práctica ya en ello. El día en que ocurrió esta historia eran más o menos 20, así que ocasionaron un pequeño tumulto. Como de gacelas en estampida huyendo a ninguna parte.
Fue todo un contraste ver las caras asustadas de los vendedores y las caras divertidas de unos cuantos burgueses que pasaban por allí, testigos excepcionales de lo que para ellos era como el juego del ratón y el gato. Los primeros se pararon y se echaron a un lado intrigados, se diría, por saber en qué iba a terminar aquello. ¿Detendrían a alguno?¿Decomisarían sus mercancías? Sonaban unos villancicos a todo volumen por una megafonía. En su huida, uno de esos vendedores ambulantes tuvo tiempo y ánimo para reparar en uno de aquellos burgueses a los que la escena divertía tanto, un macho tripón de unos cincuenta años que llevaba del brazo a la que parecía su hembra, una permanente teñida de rubio metida en un abrigo de piel de tigre, de pantera, de leopardo. Quizá fuera sólo piel de cholo. No se veía bien, por la noche. Aquellos dos hombres cruzaron una mirada nerviosa. La sonrisa se le heló al burgués, dejándole una mueca de pánico. Se apretó instintivamente contra la mole matrimonial, que miraba en ese momento, distraída, cómo una de las indias arrastraba de la mano a una cría de unos tres o cuatro años. El buen burgués quizá pensara que la fiera de los Andes le iba a estrangular con uno de esos fulares de falso Hermès, así que dio un salto y se aplastó contra la pared, para dejarle paso. La calle estaba concurrida.
Los dos policías miraban cómo huían. También sonreían. Otra clase de sonrisa. Es probable que pensaran que una caza como ésa no tenía aliciente, como lanzar el anzuelo en una piscifactoría o liarse a tiros con los leones de un circo, y no se bajaron del coche. Quizá recordaran que era Navidad, y se enternecieran, aunque no parece probable: volvieron a acosarles media hora más tarde, en otro punto de la ciudad, un juego que a ellos empezaba a aburrirles, aunque los más débiles, las presas, siguieran viviendo el episodio con creciente angustia.




De: Anita
Asunto: Carmen Miranda
Fecha: 14. Mayo 2005 14:48:55 MESZ



Bueno... iba a ser una contestación a Carlos por su artículo "la venganza
de Carmen Miranda y se ha convertido en una especie de volcado de
impresiones.
un beso a todos.
Y uno especial para cor, vía aérea.
a.

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Carlos me pareció muy interesante tu artículo "la venganza de Carmen
Miranda", veo reflejadas esas conversaciones que surgen en nuestros
encuentros.

Además después de leerlo, me encontré en la televisión el reportaje sobre
los inmigrantes que llegaron a Barcelona (ciudad de acogida) durante los
años 40-50-60 –¿lo viste?-. Hablaban en dicho documental de cómo fue el
éxodo de estos españoles de 3ª clase tras la guerra civil española. Huían
de la miseria de Andalucía, Extremadura y Galicia, ansiando la tierra
prometida. Eran trabajadores necesarios, de alguna manera la ciudad de
Barcelona no ponía ningún tipo de problemas a su llegada, dado que la
industria comenzaba a florecer después del conflicto y se necesitaba mano
de obra, de esta manera es cómo se formaron barriadas estilo Somorrostro.
El gobierno catalán hacía la vista gorda con el barraquismo. Más tarde
comenzó una gran operación especulativa alrededor de las necesidades que a
la colectividad obrera inmigrante le surgía. La burguesía catalana
compraba suelo a precios irrisorios y realizaba grandes bloques de
viviendas baratas con acabados todavía más baratos. Algo así como la
recuperación económica de los grandes señores burgueses.

Cuando los inmigrantes andaluces se desplazaban a Barcelona en tren,
existían parejas de guardias civiles cuya función era vigilar ese éxodo
masivo a la tierra prometida. Si a un futuro trabajador que llegaba a la
estación del Norte no le esperaba nadie (familiar, futuro jefe…) la
policía, que previamente le había amenazado, lo ingresaba en la prisión.
De lo que escuché ayer se deriva que existía un control sobre la llegada a
la ciudad condal de la mano de obra. También era muy interesante cómo
estos obreros hablaban lindezas de la ciudad que les acogía, cuando en
realidad vivían en la más absoluta miseria. Es algo general, como pones en
el artículo y como hemos hablado siempre, la persona inmigrada sale de la
miseria para buscar una vida mejor. No pueden reconocer su fracaso. En su
lugar de origen arriban noticias de faustos y boatos, lindezas que no se
corresponden con la realidad. Ellos son los embajadores, de ellos depende
el sustento del grueso familiar muchas veces. También era muy interesante
observar en las entrevistas del documental cómo todos los entrevistados
coincidían en lo mismo, para poder integrarse dentro de la nueva sociedad
que les acogía su primera preocupación era el aprendizaje del catalán.

La propia dinámica de la emisión del documental también fue muy
interesante. Apareció un testimonio que explicaba lo mal que vivían en el
Somorrostro, sin agua, luz ni lavabos. A continuación vino el corte
publicitario: un anuncio de Hiberdrola(compañía e-pañola de luz y agua)
dónde te hablan de que la compañía ahora te proporcionaba agua, luz,
comodidad, seguridad y un largo ecetera de veleidades del estado del
bienestar. De repente la percepción del documental cambiaba. El documental
era el pasado: dificultades, penurias. El anuncio era el presente: el
estado del bienestar. Después de este anuncio venía otro sobre IKEA
"redecora tu vida", anuncios dónde el mensaje que te lanzan es que ante un
problema existencial lo mejor que puedes hacer es redecorar tu casa, dónde
si quieres ganar amigos tienes que comprarte un sillón que aúna comodidad
y magia, mejorando tu entorno relacional… Y así un anuncio tras otro hasta
llegar otra vez a la segunda parte del documental (lo que algunos
presentadores llaman ahora "consejos publicitarios"). Tremendo.

Mi tema favorito: el imaginario colectivo. Aquella idea que los medios van
construyendo mensajes cifrados a través de noticias dónde los contenidos
están altamente controlados, cómo cada persona como ente único va
destilando la información que ve, oye, y palpa en función de su situación,
grupo social y la procedencia de dicha información.

Una de las charlas que me pareció más interesante fue la que tuvimos con
rosa y rafa en la playa sobre una manta-pareo gigante que llevé para la
ocasión, y más concretamente lo que rafa decía. Visualizaba a los
españoles como gente sin problemas, ciudadanos que no tienen trabas
económicas, superiores a ellos en calidad de vida. Fue imposible dialogar
con él. Explicarle que no era así, que existe mucha miseria en el primer
mundo cuyos actores principales son personas autóctonas. Qué tenía una
visión deformada de la realidad. Una realidad dónde la precariedad asomaba
en cualquier esquina sin diferenciar entre gente de "allí" y gente de
"aquí". Que sus trabajos mal pagados eran igual de mal pagados para los
oriundos. A veces me miraba cómo si no supiese de lo que hablaba… Adora su
tierra, sus costumbres, su país y su gente y parece que la necesidad le ha
llevado a cruzar los mares para encontrar un futuro mejor, pero no de una
manera natural sino como una necesidad, algo traumático. Si no… ¿porqué no
vuelve?... ¿será que el también está "mintiendo piadosamente"?.

Creo que cometimos un error en este sentido, el famoso error de hablarles
demasiado rápido de la cooperativa –castillos en el aire-, nos convertimos
en Artyfacsy ante sus ojos. Algo que no quiero achacar a la naturaleza del
proyecto, demasiado fácil, lo siento. Cuándo se trabaja en realidades tan
delicadas ante todo hay que tratarlo todo con mucha cautela, pensar en lo
que uno dice. Creo que es muy positivo darse cuenta de estas cosas. Hay
que escuchar más, y saber con quien y como hablar. No es lo mismo hablar
con Rafa que hablar con Abdul.

La última vez que vi a Rafa en la plaza Catalunya estaba muy esquivo,
hablaba de que había encontrado un trabajo. Me quedé un rato con él,
interesándome y preguntándole por esa nueva situación laboral. En sus
palabras había rabia contenida. Me decía que marcaba (delimitaba) la
relación con su jefe, el no era un esclavo sino un trabajador y eso es lo
que quería hacer valer a los ojos de su superior (cierro los ojos y puedo
visualizarlo perfectamente). Parece ser que le habían contratado para
desempeñar una categoría laboral que estaba por debajo de la suya y no
paraba de recalcar que el era un profesional y no debía rendir pleitesía a
nadie. Si supiese la cantidad de gente "española" que sufre mobbing , que
es contratada a través de Ett que se quedan con gran parte de su sueldo…
en fin. Todo lo contrario a Aida. Era muy interesante porque su mirada se
situaba en el polo opuesto. Hablaba de que los propios españoles también
tienen dificultades a la hora de buscar la fuente de sus ingresos

Y es a partir de esa conversación con Rafa es dónde se acentuó mi interés
por investigar /indagar esos imaginarios colectivos, perdiendo puntos la
idea de crear un espacio relacional con los manteros. Entrevistar a los
compradores (perdón por ser pesada a veces y insistir en su importancia).
Contraponer realidades como técnica de aproximación. Precariedad común .
Todos somos en cierta manera manteros, todos vivimos en una sociedad
hiperflexibilizada dónde nos convertimos en productos, moneda de cambio,
para la economía a la vez que sustentamos la economía misma a través del
consumo. No se si recuerdas la visión irónica que expuse una vez en una de
las reuniones: la del mantero cómo un bien social para la comunidad con
menor poder adquisitivo, dónde se convierten en actores que solucionan la
necesidad de consumir que la sociedad misma genera en los ciudadanos para
así poder sustentar el sistema establecido. Ellos ofertan productos más
baratos que pueden ser adquiridos a todas horas, dando solución a esa
necesidad de la que hablaba antes, convirtiendo los posibles espacios de
descanso o de tránsito de los ciudadanos en actos de compra, impidiendo
así mismo cualquier fractura en el hábito de consumo.

En NO LOGO Naomi Kein habla de cómo se interconectan los modelos de
trabajo de una forma global. Como la flexibilidad laboral, la
transitoriedad, los trabajos migratorios se convierten en un punto en
común que va desde las Zonas de Procesamiento de Exportaciones a los
oficinistas Estadounidenses. Salvando las distancias, naturalmente, desde
un punto de vista humanitario y social los niveles de esclavitud que se
producen en esas fábricas dónde niñas y mujeres que ensamblan productos
para las grandes corporaciones se hacinan en fábricas amurallas, sin
condiciones sanitarias y en un régimen de total extorsión física y
psíquica no es comparable a la preocupación de pagar una hipoteca y llegar
a final de mes tras consumir todos los productos que debes consumir
gracias a las eficaces estrategias del mercado y los medios.

¿Qué gran verdad? Todo está interconectado pero a niveles muy diferentes.
Qué difícil ser extranjero(inmigrante) y estar jodido. Yo puedo estar
jodida, tengo papeles. Tengo a mi familia. Tengo mis amigos de confianza.
Esta es mi tierra. Mis costumbres. Soy "europea"…

No me importa crear procesos relacionales con algún mantero. Siempre y
cuando sea algo voluntario y tenga ganas de experimentar con nuestro juego
intelectual. No me interesa seguirlos e intentar convencerlos. Que los
procesos relacionales se den de manera natural y fluida a consecuencia de
las dinámicas creadas. Supongo que en ese sentido influye las ganas de
experimentar, una leve voluntad de descubrimiento del otro que puede
incluir la participación activa o pasiva, pero participación al fin al
cabo...

La idea de utilizar la herramienta stand para distribuir diferentes
publicaciones en el espacio público mismo, conectar imaginarios.
¿conseguiríamos camuflarnos? Estaría muy bien no limitarse a los
periódicos Hispanos, árabes, pakistanís, chinos… ampliar el círculo e
intentar buscar periódicos de gente de aquí, andaluces, gallegos,
catalanes mismos…

La última hora:


El periódico, cosas de la vida, Gran Barcelona
viernes 13 de mayo del 2005-05-14
PEINADO DE "SIN PAPELES".
La policía peina cada día la plaza catalunya en busca de sin papeles.
Los agentes sólo piden la documentación a los que parecen extranjeros por
su físico o la ropa.
El gobierno asegura de que se trata de controles habituales, pero las
detenciones se han doblado.
La ley permite que la policía identifique a los ciudadanos cuando "sea
necesario". SOS Racisme lamenta "la caza de personas".

Son agentes de paisano que se dedican a buscar a indocumentados y a
detenerlos mientras estos caminan por la vía pública. No realizan ningún
tipo de diferenciación entre personas que van solas, familias enteras… lo
único en común es que sus rasgos físicos se correspondan con la del
inmigrante medio (marroquíes, pakistaníes, chinos, latinoamericanos... ).

Es decir, muchos de los manteros que están vendiendo en la calle y que no
tienen papeles están en el ojo del huracán. Ahora ni siquiera pueden circular con tranquilidad, su problema ya no es la venta. Su problema es
el tránsito mismo. Les están vedando la posibilidad de desplazarse por el
espacio público. Es tremendo y preocupante.
Además he oído en las noticias, que aquellos inmigrantes que han sido
regulados no pueden viajar libremente por europa, su regularización sólo
es efectiva en españa.

a.




De: Carlos + Sonia
Asunto: mantasunday
Fecha: 16. Mayo 2005 01:15:12 MESZ



Hoy fuimos al puerto Olímpico con Sonia. Estuvo genial. Nos encontramos con Abdul fue estupendo, un alegrón con abrazo y todo. Le dejé mantaZines y repartimos unos cuantos más.
Asistimos a un show perverso: cientos de personas, mucho sol y un policía petiso y retacón que se movía en una moto corriendo a decenas de negros recién llegados del Afríca. Un cazador solitiario entre una manada de presas.
El mismo terminó rièndose y hasta los manteros se reían también. El público, se divertía y asistía al espectáculos ridículo de ver como los manteros corrían y luego regresaban a sus lugares, mientras un sherif catalán los perseguía una y diez veces. Un bochorno. Yo dije: ¡pero si los abuelos de este policía de pacotilla hace unos 50 años hacían lo mismo en latinoamérica! ¡Sacarse el hambre!
Con Sonia se nos ocurrió una performance de artistas camuflados que interceptaran a la policía y permitieran huir a los manteros. Con situaciones del tipo: preguntarle algo, decirle que allá hay un robo de caramelos, que una viejecita está siendo violada por una pandilla de neonazis catalanes, que en uno de los restaurantes del Puerto Olímpico venden drogas escondidas dentro de langostinos, en fin, cosas que lo atribularan al buen policía. Y permitiera que los manteros vendieran en paz su género.
Estuve a punto de entregarle un mantaZine al sherif catalá.

Excelente la idea de potenciar la idea de epiférico. ¡Felicitaciones!!!

Feliz domingo.

Carlos und Sonja